29 de julio de 2011

¿Qué nos hace amar el lugar donde vivimos?

 
 
En varias de las últimas columnas he planteado propuestas y algunas preguntas básicas a la hora de buscar y construir un mejor lugar para vivir.  Porque, como señalamos en reiteradas ocasiones, la ciudad y el entorno en el que nos desenvolvemos repercute irremediablemente en nuestra calidad de vida. Pero ¿qué nos hace amar el lugar en el que vivimos? ¿Por qué algunas personas consideran que viven en la ciudad ideal? ¿Cuáles son los factores que convierten a un lugar en la comunidad perfecta? Estas interrogantes son las qué buscó resolver el proyecto “Knight Soul of the Community”, impulsado por Gallup, John S. and James L. Knight Foundation.

Knight Soul of Foundation es un proyecto que duró tres años de investigación y que sustenta su teoría-resultado en entrevistas a 26 ciudades distintas de Estados Unidos. Algunas de las encuestadas fueron: Miami, Philadelphia, Detroit, Wichita, San José (Ca), entre muchas otras.

Quizás creeríamos que el acceso a la salud o que la economía local son factores atractivos para evaluar un destino para vivir, sin embargo el resultado indica que la lealtad y el amor de la gente por la comunidad donde vive es conducido por tres factores: la amabilidad de la gente que vive en dicho sector, la belleza del lugar y la oferta social de la comunidad. Y que el apego y la alta valoración de las personas hacia su ciudad está directamente relacionado con el crecimiento de las economías locales, es decir, en las comunidades donde la conexión emocional con su ciudad era alta, se registraron las mayores tasas de crecimiento del PIB local en el tiempo.

La investigación no ha señalado que estas comunidades con alta valoración de si mismas son las que provocan el crecimiento de la economía local, pero si establece la relación existente. Sin embargo en investigaciones anteriores de Gallup, en el ámbito finaciero, se registró que las empresas con mayor número de gente apasionada por su trabajo son más productivas.

Como decía en mi última columna, estos resultados no son un receta mágica para tener una comuna fuerte y exitosa, pero sin duda son datos a considerar a la hora de fortalecer nuestra comunidad, sobre todo porque los resultados no provienen de estudios meramente académicos sino que tienen su origen en las opiniones de los propios residentes de las diversas comunidades encuestadas.

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